Puras pérdidas

Estoy hasta la chingada.
La pinche anemia de la que no me he podido recuperar desde el nacimiento de Harry, ha empezado a causar estragos a nivel cerebral. Mis neuronas se comen unas a otras en un intento de alimentarse debidamente.
Olvido las cosas y generalmente las encuentro, pero cuando algo se te pierde en la calle es muy posible que no regrese.
Se me cayó mi cartera en un estacionamiento.
Pero se la van a pelar.
No tengo un quinto en mi cuenta del jale. Y en la de crédito, menos.
Me puede más el hecho de que apenas hoy había estrenado esa cartera, regalo de una alumnita que se va a graduar.
Es una pena. No había estrenado cartera desde hace 13 años.
Chale.

Voy a ver si encuentro dinero en la lavadora.

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